Construcción
09 marzo, 2023
Los ataudes son una parte importante de los servicios funerarios, y constituyen un último tributo a aquellos que ya se han ido. Estos contenedores destinados a las ceremonias y sepulturas, han sido elaborados y mejorados en un proceso que, desde el principio, ha requerido una atención especial para que su construcción sea excelente y exprese honestamente la emoción y respeto asociados con los difuntos. La fabricación de los ataudes se realiza de manera artesanal para atender la creciente demanda. A continuación explicaremos en detalle el complejo proceso industrial que se sigue para la producción de estos símbolos tradicionales.
En primer lugar, hay que seleccionar los materiales que mejor se adapten a la finalidad del ataúd, como por ejemplo la madera. La elección se hará entre varias variedades de madera, ya que ésta puede variar dependiendo de su resistencia y características, como su durabilidad, por ende, varios tipos pueden adaptarse a diferentes condiciones económicas, religiosas comunes y cualquier otra consideración. El grosor de la pared del ataúd también será determinante, ya que tendrá que depender de la resistencia de la madera empleada. Una vez seleccionados todos los materiales y herramientas necesarios para construir el ataúd, el trabajo comienza.
Los bordes laterales y superior del ataúd son instalados mediante un proceso de soldadura que los fija correctamente a la parte central, que es una tabla de madera. La soldadura es necesaria debido a que los bordes están hechos normalmente de metal, principalmente aluminio, con el fin de que el coste de producción sea el más bajo posible; aunque actualmente también está en aumento el uso de acero inoxidable para obtener degradaciones mejores. El tercer elemento en soldarse es la parte inferior, a la que se le suele llamar “plano”, y va unido al ladrillo y al resto del producto.
Ya encajadas las piezas, la siguiente etapa es la carpintería, esto incluye el moldeado de los cantos exteriores, la elaboración y puesta en plazas de los tiradores y su colocación en la tapa superior; se deja reposar para que todas estas partes se solidifiquen y fortalezcan ajustando las juntas entre los bordes y el plano.
Concretada la carpintería, se hará una inspección visual para detectar cualquier imperfección antes de pasar a la etapa final, que se muestra más compleja: el diseño. Aquí se encargan habitualmente de los trabajos de artesanía, como la decoración de los bordes exteriores y la aplicación de los adornos, manejables o no, que sean de acuerdo al deseo, ya que con un diseño adecuado podrás personalizar el ataúd con los gustos personales del difunto y/o la familia.
Por último la capa de lacado endurecerá y protegerá la superficie y dará el aspecto final. Se deben aplicar varias capas de pinturas especiales, diseñadas para resistir la putrefacción de los cuerpos. Cuando se ha completado la operación de lacado, el trabajo llega a su fin con la colocación de los tapaculpos para que se cierre herméticamente la caja.
Durante toda la fabricación también hay que tener en cuenta los factores higiénicos, por lo que los equipos del área de manipulación han de estar equipados con tapa bocas, delantales y guantes para combatir el riesgo de contagio, sobre todo para determinadas enfermedades infecciosas o mortales.
El proceso de fabricación de ataudes es complejo e involucra varios factores, tanto técnicos como estéticos. El resultado final puede proporcionar al fallecido un respetuoso y contundente homenaje y mandar el próximo mensaje de despedida. Gracias a la gran demanda de este producto, los avances en su producción han permitido a los proveedores ofertar un producto de la manera más eficiente posible, sin perder su propósito y manteniendo la calidad y respeto requeridos.
Copyright © 2024 | Comosefabrica.com
