Motor
09 marzo, 2023
El AdBlue es un líquido de origen orgánico hecho a partir de una mezcla del ácido nitroso amónico (también conocido como urea) con 32,5% de agua alcalina, una innovación desarrollada para ayudar a combatir la contaminación generada por los vehículos diesel. Este líquido ha demostrado ser mucho más eficaz que los aditivos convencionales para reducir las emisiones de óxidos de nitrógeno, mejorando de manera significativa la calidad del aire en el planeta.
Es importante destacar que el AdBlue no puede usarse directamente en los vehículos; debe fabricarse y venderse bajo estrictos controles de calidad. Por ello, en este artículo explicaremos de qué forma se produce y fabrica el AdBlue a nivel industrial. Seguiremos paso a paso los procesos necesarios para obtener el AdBlue y garantizar su alta calidad.
La producción del AdBlue se realiza en grandes plantas industriales. El primer paso consiste en la obtención de los materiales que componen el líquido, principalmente urea sódica pura y agua desmineralizada.
Una vez los materiales son recolectados, comienza el proceso de purificación de la urea. En este etapa, los niveles de impurezas disueltas en la urea son reducidos, lo cual garantiza un producto final de máxima calidad. Esta purificación se realiza en un sistema de evaporación y condensación continua, que transforma al líquido en un cristal fino para que el siguiente paso sea su purificación. Luego, la urea se empaqueta en un recipiente, en vacío, listo para ser transportado debidamente asegurado.
El segundo paso en la fabricación del AdBlue es la eliminación de impurezas presentes en el agua. El agua recolectada primero es filtrada para remover la suciedad y cualquier elemento extraño que esté presente. Una vez esto es realizado, la solución acuosa se somete a un tratamiento de fotocatalización. Durante este proceso, se emplean rayos ultravioleta junto con un catalizador para reducir los niveles de contaminantes y oxígeno en el agua.
Ya que ambos materiales han sido limpiados, la mezcla de ambos comienza a traves de un sistema automatizado de bombeo. La mezcla deberá de alcanzar la proporción correcta para que el AdBlue cumpla con los requisitos establecidos para su uso (32,5% urea y 67,5% agua).
Una vez la mezcla es preparada, la convereción de calidad tiene lugar en un laboratorio habilitado para calibrar la solución acuosa respecatando los estándares definidos en el marco de DIN 70070. Durante este procedimiento, se verifican los niveles de contaminantes, como ácidos orgánicos, detergentes, sales, etc., así como los niveles de oxígeno, amoníaco, dureza total y demás variables que puedan afectar al líquido.
Si la solución pasa los controles de calidad, entonces es inmediatamente embotellada y etiquetada para identificar de forma clara sus características y especificaciones. El AdBlue puede empaquetarse en varios formatos: botellas de plástico de 5, 25 o 200 litros, como también ser directamente transferido a los tanques de los vehículos mediante camiones propios para tal fin. Esta última opción puede resultar particularmente útil para grandes cantidad de AdBlue usada en centrales eléctricas, minería y refinerías, donde quizás sea imposible el transporte de el líquido.
Una vez el AdBlue pasa los procedimientos de calidad y es embotellado, el líquido está listo para salir de la planta y ser distribuido a los diferentes puntos de venta a nivel mundial. El AdBlue es considerado uno de los productos líderes dentro del mercado de la tecnología verde utilizada para vehículos diesel. Ya que se comporta mucho mejor que otros líquidos para reducir las emisiones que genera el transporte, se trata de un producto muy demandado en todo el mundo. Sin embargo, debido a que es un producto inflamable y potencialmente dañino para la salud, las áreas de fabricación deben contar con estrictas regulaciones de seguridad.
De igual forma, algunas entidades como la red europea Autorité des Marchés Financiers o el Consejo Federal Suizo de Transporte, han establecido controles de calidad para garantizar la seguridad en el uso del AdBlue. Estas entidades, entre otras, realizan pruebas periódicas a las plantas de producción y transporte para asegurar que los niveles de contaminación sean los ideales, lo cual nos garantiza que productos de alta calidad sean distribuidos y comercializados.
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