Los diamantes son una de las gemas más preciadas en el mundo. Estos son famosos por su brillo y su pureza, así como por su alta resistencia a la corrosión. Históricamente se ha pensado que los diamantes únicamente se encuentran en la naturaleza, pero desde hace algún tiempo se crean gemas artificiales a partir del procesamiento de carbono. A continuación detallamos los principales pasos que intervienen en el proceso de elaboración de los diamantes sintéticos.
El proceso de fabricación de los diamantes inicia con la obtención de materia prima. El ingrediente principal para la fabricación de estas gemas artificiales es el carbono. Este elemento básico para los seres vivos puede obtenerse en diversas formas, como el carbón mineral, la grafita y metano, entre otros. Esta materia prima se trata en en grandes hornos donde se somete a temperaturas extremadamente altas para convertirla en átomos de carbono separados.
Una vez obtenida la materia prima con nitidez, los átomos de carbono se distribuyen en forma de espacio cúbico. Esta disposición es necesaria para manipular correctamente el material y manipular su arreglo en forma tridimensional para lograr un diamante con capas simétricas.
Los átomos de carbono se someten a un tratamiento térmico que permite controlar la velocidad de expandimiento y contracción entre la estructura tridimensional. Durante este proceso, los átomos aumentan su volumen y se reducen en tamaño, lo cual afecta el ordenamiento interno y su estabilidad. Una vez que los átomos se ven afectados por el procesamiento térmico, se organizan nuevamente en espacios cúbicos, pero de forma mucho más densa.
Luego del aumento y disminución en tamaño de los átomos de carbono, el material se somete a un proceso de enfriamiento. Esto es necesario para controlar la velocidad de crecimiento de los átomos en estructuras que contengan óxido de nitrógeno. Al estabilizarse, se consigue la estructura característica de los diamantes artificiales, donde la lubricación permanente impide su ruptura o rompimiento.
Para finalizar el proceso de fabricación del diamante industrial, se somete el material a un calentamiento controlado. Esto se lleva a cabo bajo condiciones específicas para adecuar la dureza al material en cuestión. Esta operación es importante para mejorar la resistencia frente a la presión, el envejecimiento y la combustibilidad del diamante sintético.
Al final del proceso, los diamantes artificiales quedan listos para ser comercializados. Estas gemas tienen la misma apariencia y las mismas características que los diamantes tradicionales, aunque su punto débil es su precio, que es menor al de las gemas naturales. De todas formas, algunos de ellos poseen niveles de pureza tan altos, que se comportan exactamente igual que los diamantes tradicionales.
La producción industrial de diamantes tiene muchas ventajas. Entre ellas destacan las siguientes:
No obstante, también presentan algunas desventajas, tales como:
Los diamantes sintéticos son una alternativa interesante a los diamantes naturales, especialmente para aquellos que buscan adquirir este tipo de gema a un precio más accesible. Sin lugar a dudas, la fabricación de diamantes artificiales es un proceso complejo pero moderno en constante evolución.
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