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09 marzo, 2023
Los extintores son una medida preventiva cada vez más extendida en los trabajos industriales. Estos dispositivos permiten apagar riesgos de incendio con rapidez, reduciendo la extensión del daño. Para ello, deben reunir unas cualidades óptimas, por lo que el proceso de fabricación de los mismos debe estar sometido a una rigurosa normativa. A continuación, veremos qué pasos se suelen seguir en la fabricación a nivel industrial.
Antes de nada, para fabricar los extintores a nivel industrial es necesario desarrollar un diseño de los mismos que mida los requisitos para los diferentes usos a los que van destinados (por ejemplo, extintores pequeños para uso doméstico o más voluminosos para uso industrial), adaptándose además a la legislación vigente.
Una vez establecidos los parámetros válidos, se procede a la fabricación de la cápsula exterior, también llamada cubierta. Esta se forma siempre a partir de materiales resistentes, como aleaciones de acero templado, para resistir las altas temperaturas de los fuegos que contienen. El proceso de producción puede ser mecánico, mediante matrices preformadas automatizadas, como el torneado, el cepillado, etc.
El siguiente paso trata directamente del producto alojado en nuestro extintor: el producto extintor. Una vez la cápsula está lista, los técnicos lo rellenan del agente extinguidor elegido (dióxido de carbono, polvo químico, alcohol, etc.), empleando para ello maquinaria específica o métodos manuales finamente calibrados. Los fuegos los químicos empleados en la fabricación están sujetos a la especificación UNE-EN1866.
Por último, pasamos a sellar y tapar la balda del extintor, lo que se hace adosando la tapa superior de latón al cuerpo, normalmente remachándola. Esta etapa también conlleva el incrustado de elementos como los manómetros, que indican la presión interior del dispositivo.
Una vez todas las piezas están en su sitio, llega el momento de comprobar que el producto cumple con todos los requisitos estipulados. Distintas pruebas de calidad servirán para asegurar la resistencia del modelo, como el ensayo hidrostático, una prueba destinada a comprobar si la junta entre la cubierta y la cámara es hermética, así como su resistencia a la presión interna.
También se suele realizar un ensayo de capacidad, determinando el contenido del extintor según la etiqueta impresa, así como la correcta instalación de válvulas de descarga, válvulas de recarga y descarga de seguridad, además de comprobar que los accesorios, tales como boquillas, mangueras, horquillas, gatillos, etc., se encuentran en un perfecto estado.
Finalmente, se procede a realizar un control final de calidad del extintor, comprobando que toda la documentación relativa al dispositivo está en su sitio y registrada de forma completa. Se etiqueta el extintor con sus características principales, información de contactos, data de fabricación y, si fuera el caso, número de lote. Tras superar este control, el dispositivo ha culminado el proceso de fabricación con éxito.
Con esto concluimos nuestro análisis sobre cómo se fabrican los extintores. Como pudimos ver, este proceso de fabricación es totalmente industrial, sujeto a unas exigentes medidas de calidad respaldadas por una certificación UNE. De esta forma, los extintores conseguirán cumplir su propósito con éxito, evitando riesgos inaceptables en los puestos de trabajo.
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