Alimentación
09 marzo, 2023
Desde hace siglos, los turrones se han destacado como postres tradicionales en muchos países del mundo. Esta exquisitez dulce se guarda especialmente para épocas de navidad, aunque hoy en día cada vez hay más turronerías que lo venden todo el año. Sin embargo, ¿cómo fabrican los turrones a nivel industrial?
Para empezar, una empresa productora de turrones normalmente va a comprar otras materias primas como miel, frutos, jarabe, azúcar, almendras, nueces, cereales y hasta chocolate para mezclarlas con cuidado en la producción de los turrones. Esta mezcla formará la base de los turrones, por lo que dependiendo de la cantidad de ingredientes varían los sabores y muchos otros factores.
A continuación, conoceremos los pasos a seguir en el proceso de fabricación de los turrones a nivel industrial:
El primer paso en la producción de los turrones consiste en mezclar todos los ingredientes para formar una massa homogénea. Esto se hace utilizando una gran batidora industrial y se siguen recetas específicas para el tipo de turrón a elaborar (turrón blando o duro). Cada receta es diferente y depende de la variedad deseada. Una vez mezclados los ingredientes buscan conseguir una consistencia pastosa perfecta para que coloque fácilmente en los moldes la masa.
Una vez preparada la masa, el segundo paso consiste en colocarla en los moldes. Estos moldes son una estructura metálica que pueden estar compuestas por partes (disco superior e inferior). Los moldes se pueden inyectar con aerosol antiadherente para evitar que la masa se pegue. Luego viene la parte más delicada ya que las moldes tienen que disponer de forma equilibrada y homogénea la masa para conseguir una textura uniforme en toda el turrón.
Una vez el turrón ha adquirido una consistencia firme pasa a la siguiente etapa. El tercer paso básicamente consiste en marcar los trozos. Para ello usan un rodillo con unas líneas establecidas para denotar los trozos en un grosor y tamaño concreto. Finalmente se separa el molde en varios trozos. Luego se van enviando al área de empaquetamiento para su envase y su correspondiente rotulación con los ingredientes y el modo de consumo final.
Uno de los elementos clave en la elaboración industrial de los turrones es el control de calidad. Esto quiere decir que antes de que el turrón sea empaquetado se harán pruebas microbiológicas, químicas, organolépticas y físicas para determinar la constancia de los resultados obtenidos en la fabricación. Esto asegurará que el producto final cumpla con los estándares nacionales e internacionales, así como con las normativas de seguridad de alimentos.
Los resultados de estas evaluaciones son fundamentales para ofrecer al consumidor un platillo sano y seguro. El control de calidad a veces puede significar una inversión algo elevada para la empresa productora, pero esta inversión se entiende como una necesidad para garantizar la calidad del producto. Además, se tendrá en cuenta la conservación de ingredientes y el tiempo de vida útil del turrón, que es de un mínimo de 6 meses.
Como hemos explicado, la fabricación de turrones a nivel industrial exige muchos pasos por los que la producción debe pasar. Primero hay que mezclar los ingredientes y formar la masa, luego colocarla en los moldes, marcar los trozos y finalizar el proceso con el empaquetamiento y controles de calidad necesarios. Muchos factores influyen en la fabricación de los turrones, como la calidad de los ingredientes y la maquinaria a utilizar, así como la experiencia de los trabajadores. Todo ello se combina para crear un producto mucho más consistente y con mejor textura así como un mejor sabor.
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