Construcción
02 marzo, 2023
En la industria moderna, el cemento blanco está entre los materiales más usados para la construcción. Para fabricar este material se utilizan una serie de procesos que permiten transformar los materiales básicos en cemento. El proceso de fabricación requiere la extracción de minerales básicos que son luego molidos, mezclados y homogeneizados para así obtener la mezcla final y elaborar el cemento.
A pesar de que hoy en día hay muchas fabricas de cemento distintas, todas la fabrican de forma similar, siguiendo de cerca los principios tecnológicos básicos. A continuación, explicamos paso a paso este proceso industrial desde la extracción de los materiales básicos hasta la obtención del cemento blanco.
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El primer paso para fabricar cemento es recolectar los materiales básicos necesarios. Estos incluyen materias primas tales como caliza, arcilla, yeso, óxido de hierro y cenizas volantes. Estos son recolectados de explotaciones mineras o canteras controladas por el proveedor.
Una vez que los materiales básicos son extraídos, estos pasan a través de un proceso de trituración y molienda en molinos especialmente diseñados para este fin. Estos procesos consisten en reducir los materiales a menores dimensiones para permitir la mezcla. El tamaño final de las partículas depende mucho de los requerimientos específicos del cliente.
Después de la molienda, los materiales pasan por un proceso de homogeneización. Esto significa mezclar igualmente los materiales para asegurar que la mezcla es uniforme y se obtiene un producto final con una calidad homogénea. Este paso también es crucial para asegurar que el cemento tenga las características especificas que se requieren para cada tipo de aplicación.
Una vez homogeneizados los materiales, estos son colocados en un horno de calcinación. En este horno, la mezcla se expone a temperaturas superiores a 1500° C durante varias horas. Esto provoca un proceso químico denominado sinterización, en el cual los compuestos de calcio reaccionan con el oxígeno del aire para formar clínquer.
El clínquer producido en el horno de calcinación se muele hasta obtener solamente partículas pequeñas. Durante este proceso, se agregan los distintos aditivos destinados a darle al cemento sus características finales. Por ejemplo, el yeso agregado sirve para regular la tasa de fraguado del cemento al disminuir su temperatura de fraguado.
Una vez listo, el cemento blanco pasa a ser almacenado en silos especialmente diseñados para este fin. Una vez almacenado, el cemento es envasado en sacos chapados de 50 kg, listos para ser comercializados. Si el cemento no se envasa directamente, es transportado en cisternas hasta la ubicación destinada para su embalaje al vacío.
Como hemos visto, el proceso de fabricación de cemento blanco requiere una serie de pasos. Estos pasos van desde la extracción y molienda de los materiales básicos y la mezcla hasta la sinterización del clínquer, su molienda y el empaquetado del producto final. El control de cada uno de los pasos es clave para garantizar la producción de un producto de excelente calidad.
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