La mermelada es un alimento tradicionalmente elaborado con el proceso de recocido de frutas, azúcares, azúcar invertido, agua y espesantes usando líquidos o en polvo para seleccionar cualidades como consistencia o sabor. El proceso de fabricación de mermelada comienza con la selección y clasificación de la materia prima, que está compuesta básicamente por fruta fresca, azúcar, jugo de limón, pectina procedente naranja y otros ingredientes. A continuación, un industrial debe tomar en cuenta los pasos siguientes para fabricar mermelada.
El primer paso en la fabricación de mermelada es preparar los ingredientes. Esto implica limpiar y lavar las frutas, reducir las frutas en trozos, moler la frutas si es necesario obtener una consistencia más suave, mezclar el azúcar con el jugo de limón, hervir el azúcar y el jugo de limón hasta que alcance una temperatura de 10?C y añadir agua.
En el segundo paso, las frutas troceadas se mezclan con el azúcar y el jugo de limón previamente hervido. Este líquido luego se lleva a un recipiente para ser calentado a fuego lento. En este paso, el ingrediente clave es la cera de abeja, que se utiliza como espesante natural. La cera de abeja se funde a fuego lento y se mezcla con la mezcla hasta obtener una consistencia adecuada.
Una vez que la mermelada se ha mezclado adecuadamente, el siguiente paso es la cocción. Durante la cocción, el material es sometido a fuertes temperaturas, que van desde los 85 a 100 grados Celsius. Una vez que la mermelada alcanza la temperatura adecuada, se le añade la pectina procedente de la naranja para reforzar las propiedades espesantes. Estos dos ingredientes son los responsables de crear la consistencia gelatinosa característica de la mermelada.
Luego de la cocción, la mermelada se traslada a un depósito donde se envasa en los envases formato (vasos, tarros o conservas) antes de ser etiquetada. En esta etapa, los productores de mermelada deben tener cuidado para no excederse con la cantidad de azúcares añadidos y evitar el uso de colorantes artificiales. Una vez que el envase está listo, se envía al centro de embalaje donde se empaquetan y se etiquetan para su envío al punto de venta.
Finalmente, los lotes de mermelada se someten a un riguroso control de calidad para asegurar que cumplen con los parámetros establecidos en cuanto a bienorgens, microorganismos, residuos, contaminantes y calidad organoléptica. Una vez aprobados, los lotes están listos para su distribución y consumo.
Fabricar mermelada es un proceso que requiere cuidado y atención para garantizar que la receta final cumpla con los parámetros de calidad establecidos. Seguir los cinco pasos que incluyen la selección y clasificación de los ingredientes, preparación, mezclado, cocción, envasado y etiquetado, seguidos de un riguroso control de calidad permitirá a un industrial producir un producto seguro y saludable.
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