Construcción
09 marzo, 2023
El cemento gris es un tipo de cemento Portland de utilización muy extendida en morteros y ladrillos, debido a su resistencia mecánica. Está formado por una mezcla de caliza, arcilla y feldespato, que se someten a procesos de fabricación en plantas cementeras preparadas para cumplir con los elevados requisitos de procedimiento y calidad vigentes en cada país.
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El proceso comienza por la extracción y trituración de la materia prima, estableciendo un total control sobre sus características principales con el fin de optimizar su rendimiento. Dependiendo de la calidad estimada a conseguir, se utilizará más o menos cantidad de cada componente, siendo caliza, arcilla y yeso las materias primas básicas que contribuirán a darle propiedades especiales al cemento gris. La reunión de estos elementos se realiza con ayuda de extractores, trituradores, clasificadores y mezcladores especiales hasta la obtención de una mezcla homogénea. Una vez se homogeneice completamente, se procederá con el transporte hasta la hornada; una etapa crucial donde es sumamente importante evitar manipulaciones innecesarias, para preservar la calidad del cemento gris.
En la hornada, el material entra a un alto horno donde se somete a un proceso de pigmentación, para transformarlo en el cemento gris que todos conocemos. La temperatura de este horno varía entre 1450°C a 1600°C. El material que sale obtiene una tonalidad gris oscuro y una textura ligeramente rugosa. El producto resultante se conoce como clinker o pie de cemento.
Una vez enfriado, se reduce hasta polvo para facilitar su almacenamiento, para ello se vale de nueva de equipos de ingeniería que lo giran, pulverizan y someten a vibraciones para desprender el cemento del forno en pequeñas partículas.
A partir de este momento, se procede a mezclar el cemento gris ya obtenido con los demás componentes, entre ellos caliza y arcillas, pudiéndose lograr así determinadas variedades de cemento. Esta mezcla se realiza con la ayuda de mezcladores ciclónicos o mezcladoras a tambor, en las que la operación avanza estableciendo los parámetros establecidos por la empresa productora de cemento.
En un último paso, se hacen análisis de laboratorio para comprobar la conformidad del producto, garantizando la calidad inicialmente buscada. Si los objetivos establecidos son cumplidos, se procede con su embalaje y distribución, tanto a nivel regional como nacional.
El cemento gris ofrece ventajas diversas, tanto en la calidad del material, como en el manejo de la fabricación. Posee gran resistencia a la humedad, además de gran resistencia mecánica haciéndolo más durable. Debido a los avances tecnológicos en el campo de la fabricación, el cemento gris obtenido ha generado una mayor satisfacción en sus usuarios finales, gracias a su confiabilidad a largo plazo.
Además, a nivel industrial, los procesos de fabricación del cemento gris se han visto beneficiados en gran medida; la flexibilidad y los controles de calidad están respaldados por la tecnología de fabricación moderna permitiendo una producción de acuerdo a los estándares internacionales.
La fabricación a nivel industrial del cemento gris es un proceso arduo que requiere un riguroso control previo para garantizar la excelente calidad de sus componentes, además de cumplir con los parámetros establecidos por cada industria. Esto, le ha permitido a esta industria tener un éxito indiscutible en los últimos años, encontrando aplicaciones en construcción, mantenimiento y restauración.
Hoy en día, el cemento gris es una parte intrínseca en la construcción y la restauración de edificios, siendo resistente a la humedad y con una excelente duración. Esto se debe en gran medida a los avances tecnológicos alcanzados en el campo de la producción industrial del cemento gris, por lo que dentro de unos años veremos aún mayores aplicaciones para este material.
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